Republica Arabe de Egipto
ANTIGUO EGIPTO
El Antiguo Egipto fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del cauce medio y bajo del río Nilo. Tuvo tres épocas de esplendor en los periodos denominados por los historiadores Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo.
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo. Alrededor del 3150 a. C., 2 y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que éste permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros oponentes.
La motivación y la organización de las actividades estaba encomendada a una burocracia de élite sociopolítica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un personaje semidivino, perteneciente a una sucesión de dinastías, que garantizaba la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el contexto de un elaborado sistema de creencias religiosas.
Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografía y las técnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales pirámides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemáticos, una práctica médica eficaz, métodos de riego y técnicas de producción agrícola, la primera naves conocidas, la tecnología del vidrio y de la fayenza, las nuevas formas de la literatura y el tratado de paz más antiguo conocido, firmado con los hititas. Sus ruinas monumentales han inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la época moderna han llevado a la investigación científica de la civilización egipcia y a una mayor apreciación de su legado cultural.
Los inicios de la civilización egipcia
Las evidencias arqueológicas indican que la civilización egipcia comenzó alrededor del VI milenio a. C., durante el Neolítico, cuando se asentaron los primeros pobladores. El río Nilo, en torno al cual se asienta la población, ha sido la línea de referencia para la cultura egipcia desde que los nómadas cazadores-recolectores comenzaron a vivir en sus riberas durante el pleistoceno.
Alrededor del 6000 a. C., ya había aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la construcción de grandes poblados.
Entre el 5500 y el 3100 a. C., durante el Predinástico, los asentamientos pequeños prosperaron a lo largo del Nilo. En el 3300 a. C., momentos antes de la primera dinastía, Egipto estaba dividido en dos reinos, conocidos como Alto Egipto Ta Shemau y Bajo Egipto Ta Mehu. La frontera entre ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.
La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a. C. Menes (Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer rey. La cronología de los reyes egipcios da comienzo en esa época.
En fechas algo anteriores al 3100 a.C., Narmer, soberano originario de Hierakónpolis al que tradicionalmente se ha identificado con el legendario Menes, unificó las regiones del Alto y del Bajo Egipto, con lo que nació el país 'de las dos tierras', con capital en la ciudad de Tinis (o Tis), cerca de Abidos. Inauguró de este modo la I Dinastía Tinita (a veces denominada Dinastía 0).
Imperio Antiguo (c. 2755-2255 a.C.)
El Imperio Antiguo comprendió desde la III hasta la VI dinastías. La III Dinastía fue la primera que gobernó desde una nueva capital, Menfis, ciudad situada en el punto de unión entre el Alto y el Bajo Egipto. En este sentido, la religión desempeñó un papel fundamental, otorgando al faraón la consideración de dios en la Tierra.
El primer faraón de la III Dinastía y, por tanto, del Imperio Antiguo fue Sanajt (Nebka), cuyo padre, Jasejemui, había sido, a su vez, el último de la II. Sanajt fue sucedido por su hermano Zoser o Djoser (c. 2737-2717 a.C.), uno de los personajes más conocidos del periodo. Vinculado a todo ello estuvo la figura de un personaje llamado Imhotep, arquitecto, jefe espiritual y ‘ministro’ de Zoser, que diseñó para su señor la pirámide escalonada de Saqqara, así como el complejo funerario de 15 hectáreas que la circunda. Fue la primera tumba regia de carácter monumental, cuya función sería preservar la inmortalidad del monarca.
Emblemáticos continuadores de la tradición iniciada por Zoser serían los titulares de la IV Dinastía, durante la cual se reafirmó el poder del soberano, encarnación de Horus y Osiris sobre la tierra. El primer faraón de la IV Dinastía fue Snefru (c. 2680-2640 a.C.), al que se atribuye la construcción, en Dahsur, de la primera pirámide egipcia no escalonada. A Snefru le sucedió su hijo Keops (c. 2638-2613 a.C.), quien erigió la Gran Pirámide de Gizeh. Los dos siguientes monarcas fueron sendos hijos de Keops: Redjedef (c. 2613-2603 a.C.), quien introdujo una divinidad asociada al elemento solar (Ra o Re) en el título real y en el panteón religioso; y Kefrén (c. 2603-2578 a.C.), quien dispuso la edificación de su complejo funerario en Gizeh. La tercera, la menor, la levantaría su sucesor, también miembro de la IV Dinastía: Mikerinos (c. 2578-2553 a.C.).
Durante la IV Dinastía, la civilización egipcia alcanzó la cúspide de su desarrollo, que se mantendría durante la V y VI dinastías. Por ejemplo, los astrónomos de Menfis establecieron un calendario de 365 días. Los médicos del Imperio Antiguo también mostraron un extraordinario conocimiento de fisiología, cirugía, del sistema circulatorio humano y del uso de antisépticos. Mientras, los navegantes egipcios exploraban el continente africano hasta la actual Somalia.
El último titular de la V Dinastía, Unas (c. 2428-2407 a.C.), fue enterrado en una cámara funeraria de la pirámide de Saqqara en cuyas paredes se encuentran los denominados ‘Textos de las Pirámides’, inscripciones que aparecen también en las tumbas regias de la VI Dinastía y en las autobiográficas de funcionarios de la misma.
Primer periodo intermedio (c. 2255-2134 a.C.)
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VII Dinastía
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IX dinastía
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X dinastía
Imperio Medio (c. 2134-1784 a.C.)
Durante el reinado de Mentuhotep II (c. 2061-2010 a.C.), quinto representante de aquella XI Dinastía, derrotó a los faraones de Heracleópolis, conquistó Licópolis y avanzó hasta ocupar todo el Medio y Bajo Egipto. En su proclamación como faraón, Mentuhotep II recibió el nuevo título de Nebhepetre (‘de todo el país’). Mentuhotep II trasladó la capital a Tebas y ordenó erigir su complejo funerario en Dayr al-Bahari, en las afueras de Tebas.
El fundador de la XII Dinastía fue Amenemes I (c. 1991-1962 a.C.), Su hijo y sucesor, Sesostris I (c. 1962-1928 a.C.). Durante los reinados de Amenemes I y Sesostris I. Sus sucesores fueron Amenemes II y Sesostris II. Durante el reinado de este último (c. 1895-1878 a.C.). Sesostris III (c. 1878-1843 a.C.) construyó un canal en la primera catarata del Nilo. Amenemes III (c. 1842-1797 a.C.) concentró sus esfuerzos en la expansión económica: realizó grandes proyectos de irrigación y de recuperación de tierras, principalmente en el lago Moeris, en Fayum; impulsó la producción minera, y sus flotas comerciales navegaron por el mar Rojo y atravesaron el Mediterráneo hasta Chipre y Creta.
Segundo periodo intermedio (c. 1784-1570 a.C.)
La invasión de su territorio por los hicsos, pueblo semita procedente, muy posiblemente, de Palestina y Siria, que tomaron Menfis y el Bajo Egipto y se establecieron en Avaris, en la frontera noreste del delta del Nilo.
Imperio Nuevo (c. 1570-1070 a.C.)
Amosis I (c. 1570-1546 a.C.) fue, por tanto, el fundador de la XVIII Dinastía, primera del Imperio Nuevo, cuya capital sería Tebas.
Periodo Tutmosida
El siguiente faraón de la XVIII Dinastía fue Tutmosis I (c. 1524-1518 a.C.), quien destacó tanto por sus acciones militares (extendió sus dominios en Nubia y avanzó hasta el río Éufrates) como por sus realizaciones arquitectónicas (mandó construir en Karnak dos pilones, una sala hipóstila y dos obeliscos). Tutmosis I fue el primer faraón que se hizo enterrar en el Valle de los Reyes. Su línea de gobierno fue seguida por su hijo, Tutmosis II (c. 1518-1504 a.C.). Al morir Tutmosis II, el trono fue ocupado por su hermana (era hija de Tutmosis I) y esposa, Hatshepsut, la cual privó del ejercicio real del poder a Tutmosis III, hijo de Tutmosis II y una concubina. Aunque el reinado de Tutmosis III comenzó nominalmente cerca del año 1504 a.C., su inicio efectivo no tuvo lugar hasta la muerte de Hatshepsut,(c. 1483 a.C.).
Revolución religiosa de Ajnatón
En el siglo XIV a.C., Egipto proporcionó a la edad antigua uno de sus episodios más peculiares. Lo protagonizó Amenofis IV (c. 1350-1334 a.C.), hijo de Amenofis III. El nuevo faraón adoptó el culto a Atón, dios o disco solar considerado único creador del Universo (le sitúan como precursor del monoteísmo). Una vez instituida la nueva religión cambió su nombre regio por el de Ajnatón y trasladó la capital de Tebas a Ajtatón, una nueva ciudad dedicada a Atón en el actual emplazamiento de Tell el-Amarna. Ajnatón ordenó suprimir todos los signos y costumbres religiosas de sus predecesores y se enfrentó duramente a los sacerdotes que pretendieron mantener el culto a Amón. No obstante, esta revolución religiosa fue efímera, ya que desapareció con su creador; de hecho, su yerno y sucesor, Tut Anj Amón (c. 1334-1325 a.C.), restauró el culto a Amón y reintegró la capitalidad a Tebas. Pese a que poco más se sabe de Tut Anj Amón, es sin duda uno de los faraones más famosos; ello se deriva del descubrimiento en el Valle de los Reyes de su tumba, incólume y plena de tesoros, y de su propia momia. Protagonizado en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter y George Herbert.
Periodo Ramesida
Los Ramesidas (once faraones de la XIX y XX dinastías) fundaron una segunda capital en el delta, cerca de Tanis. El fundador de la XIX dinastía, Ramsés I, reinó solo dos años (c. 1314-1312 a.C.). Le sucedió su hijo Seti I (1312-1298 a.C)
Épocas helenística, romana y bizantina (332 a.C.-642 d.C.)
Alejandro III el Magno, cuyas tropas ocuparon Egipto en el 332 a.C. Fundó Alejandría y supo ganarse el favor de la población al mantener las leyes y las tradiciones nacionales.
Egipto pasó a ser una provincia romana, situación que se prolongaría durante casi siete siglos. Los emperadores romanos protegieron las tradiciones religiosas egipcias; culminaron y embellecieron templos comenzados bajo los Tolomeos y, al igual que los faraones, hicieron inscribir en ellos sus propios nombres. Por otra parte, los cultos egipcios de Isis y de Serapis se extendieron por todo el ámbito grecorromano. Sin embargo, Egipto tuvo una notable importancia, a través del monacato, en la difusión del primer cristianismo.
Tras la división del Imperio romano, en el 395 d.C., Egipto pasó a formar parte del Imperio bizantino. El patriarca de Alejandría adquirió una gran fuerza en el seno de la Iglesia cristiana y gozó del apoyo papal frente a su rival de Constantinopla.
Durante el siglo VII, el Imperio bizantino sufrió el desafío de la Persia de los Sasánidas, que invadió Egipto en el 616. Pese a que fueron rechazados y expulsados en el 628, poco después, en el 642, Egipto cayó bajo el dominio del califato musulmán de Umar I.
El Islam
En el año 634 fue elegido segundo califa Umar ibn al-Jattab, suegro de Mahoma, que comienza a expandir el Islam. En 639 conquistó Egipto, imponiendo un gobierno tolerante.
La guerra entre chiitas y sunitas dejó a Egipto del lado de estos últimos, y, tras la muerte de Alí, dependiente del califato de Damasco gobernado por los omeyas desde el año 661, 39 de la Hégira.
Durante los primeros 300 años de incursión del Islam, se mantuvo un equilibrio con las religiones ya presentes en el territorio: cristianismo, judaísmo y coptos.
Dinastía omeya
La familia Omeya era árabe de pura raza, y consideraba a los no árabes como musulmanes de segunda clase. Su influencia se notó en la arquitectura, con su máximo exponente en el Alminar, como el de la mezquita de El Cairo, ciudad a la que trasladaron la capital de Egipto.
Los abasíes
Los abasíes acusaron a los omeyas de ser musulmanes indignos, hipócritas y corruptos, e invocando el rigor doctrinal los derrocaron. Su primer califa, Al-Mansur trasladó la capital a Bagdad.
Los fatimíes
Los fatimíes, chiitas provenientes del Magreb, entraron en Egipto en 972, trasladando la capital del Imperio a El Cairo (Al-Qáhira, la Victoriosa) que llegó a ser considerada en el 969 como una de las ciudades más importantes del mundo.
Hacia el año 1010, El Cairo había superado a Bagdad en importancia, y el califato fatimí se extendía desde Siria y la península arábiga hasta el Magreb oriental (con el reino de los Ziries como vasallo).
Los Mamelucos
Con la instalación de los mamelucos en El Cairo, comienza otra etapa en la historia de Egipto. No persiguieron a las iglesias coptas ni a las comunidades judías, aunque fueron guardianes del islam en el conjunto social. El final de la dinastía llegó con la derrota en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano. Así en 1517, las fuerzas otomanas son imparables y conquistan el país.
Edad Moderna
Dominación otomana
En el 1516, el sultán otomano Selim I derrotó a los mamelucos en Alepo y en El Cairo en 1517.
La sublime Puerta nombraba nuevos gobernadores cada poco tiempo para evitar rebeliones, pero los cambios constantes provocaron la pérdida de control del ejército, y al principio del siglo XVII los motines llegaron a ser constantes; en 1604 d. C. el gobernador Ibrahim Pachá fue asesinado por los soldados, y su cabeza fijada en el Bab Zuwaylah. La razón de estos motines era la tentativa de poner fin a la extorsión llamada tulbah, un pago forzado exigido por las tropas a los habitantes del país por unas falsas deudas.
En 1609 algo estalló la guerra civil entre el ejército otomano y el Pachá, los soldados intentaron elegir un sultán y dividir las regiones entre ellos. El gobernador Mohamed Pachá los derrotó en 1610, entrando triunfalmente en El Cairo y ejecutando a los cabecillas.
Autogobierno
Tal era la situación que los gobernadores designados eran tratados por los egipcios con menor respeto cada vez. En 1623 Estambul nombró gobernador a Ali Pachá: los oficiales enviaron cartas exigiendo tener a Mustafá Pachá, y la guarnición de Alejandría atacó y obligó a Alí a embarcar de nuevo.
En el siglo XVIII la autoridad del pachá fue reemplazada por la de beyes mamelucos llamados Shaikh al-Balad, jefes de la ciudad, que mantenían el liderazgo de la comunidad.
No es de extrañar que en esta situación, Francia y Gran Bretaña hubieran puesto sus ojos en un territorio débilmente defendido y pobre, pero fundamental en la ruta a Oriente. Los británicos consiguieron concesiones para hacer escala en el territorio en su camino hacia la India, tras la apertura del Mar Rojo en 1775. En 1798, Napoleón Bonaparte conquistó Egipto ante la sumisión del bajá y los beyes, con la aceptación otomana.
Egipto colonial
Tras la ocupación francesa de Egipto en 1798 por Napoleón, se reconoce por el Imperio otomano en la persona de Mehmet Alí como la dinastía heredera del trono del país en 1805. Hasta 1811, Mehmet Alí se deshizo de los partidarios de los Mamelucos y colocó el Alto Egipto –la zona más rica y próspera– bajo su total control.
En 1848, Mehmet Alí renunció al trono en favor de su hijo Ibrahim Pachá a causa de su avanzada edad. Diez años antes, en 1838, Mehmet había firmado un acuerdo de libre comercio con el Imperio británico, en virtud del tratado anglo-otomano, que había puesto fin a las pretensiones egipcias tras la derrota en Líbano y Siria.
Ibrahim murió a los dos meses de la renuncia de su padre y ocupó el trono su sobrino, Abbas I. En 1854 Abbas fallece y le sucede su hermano Mehmet Said, habiendo conseguido Gran Bretaña establecer una línea de ferrocarril entre El Cairo y Alejandría que le permitía reducir en más de dos meses las comunicaciones comerciales con sus posesiones en Asia, singularmente en India.
Egipto independiente
En 1919 el partido nacionalista Wafd intenta la independencia de Egipto, sin éxito. Egipto adquirió estatus independiente el año 1922, nombrándose rey a Fuad I, hasta ese momento sultán, como resultado de la desmembración del Imperio otomano. El tratado que concedió a Egipto la total independencia se firmó el 26 de agosto de 1936 y los británicos se reservaron el control del canal de Suez.
La monarquía
Al independizarse, Egipto se transformó en una monarquía abiertamente prooccidental y se aprobó una constitución en 1923. La constitución de 1923 declara a Egipto como Estado soberano, libre, independiente y monárquico. El legislativo recae en un Congreso de los Diputados y en un Senado y el ejecutivo en diez ministros nombrados por el rey.
Zagul del Wafd, es elegido primer ministro mediante elecciones en 1923. Desde un primer momento hubo problemas entre Fuad y el Wafd (el partido nacionalista).
Farouk I (1936-1952) realizó la misma política antiparlamentaria que su padre. Destituyó el gobierno del Wafd, disolvió el Parlamento y convocó elecciones que ganó el Partido Liberal Constitucional.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su territorio sirvió como campo de batalla, con Egipto apoyando a los británicos contra el Afrika Korps. Al final del conflicto, Egipto reclamó insistentemente el abandono de Suez por los británicos y la devolución de Sudán.
La república bajo Nasser y el conflicto con Israel
El 26 de julio de 1952, una sublevación armada encabezada por el Movimiento de Oficiales Libres y dirigida por el general Muhammad Naguib, en la que Gamal Abdel Nasser se situó en segundo plano, derrocó la monarquía e instauró una república el 18 de junio de 1953, aboliendo los partidos políticos. Ese año se redactó una constitución provisional con vigencia de tres años. Nombrado Naguib Presidente, en noviembre de 1954 el propio Nasser lo derrocó proclamándose Jefe de Estado. En el mismo año 1954 Sudán alcanzó la independencia y se firmó el tratado con el Reino Unido para la evacuación del canal. Debido a ese progresivo distanciamiento de las democracias occidentales, Nasser se volcó hacia la Unión Soviética, quien le proveía de material militar.
Egipto decide construir la Presa de Asuán y para ello pide un préstamo al Banco Mundial. Estados Unidos y el Reino Unido se oponen al mismo bajo la excusa de las relaciones de Egipto con los países comunistas. Nasser nacionalizó en 1956 el canal de Suez como una medida de presión para que le den el préstamo. La medida despertó enérgicas protestas del Reino Unido y Francia, debido a que ambos países eran accionistas mayoritarios del canal. Reino Unido, Francia e Israel atacan Egipto en octubre y noviembre de 1956 pero EEUU y la URSS ordenan el alto el fuego. Cuando Francia y Reino Unido iniciaron la invasión el 31 de octubre, con el apoyo de Israel que atacó dos días antes, incluso la ONU llamó a los agresores a retirarse bajo la amenaza de intervención de la URSS.
Para Egipto la corta guerra supuso una victoria, pues recuperó el control del canal; para Israel la adquisición del Sinaí y de la franja de Gaza; para EEUU fue una oportunidad de intervenir en Oriente Medio; la URSS apareció como la defensora de las naciones agredidas por el neocolonialismo occidental.
Los principios ideológicos del Nasserismo, se concretaron en esta etapa con la aprobación de una nueva Constitución en 1956. En el aspecto institucional, la Constitución de 1956 convertía a Egipto en una República de marcado carácter presidencialista, también establecía la existencia de un partido único, la Unión Nacional y, en definitiva trataba de dar un marco legal al proceso revolucionario. Suponía la base legal una revolución social que permitiera que los medios de producción pasaran a manos del Estado para que éste distribuyera la riqueza; de esta forma Nasser también pretendía ganarse el apoyo de las clases más desfavorecidas y así aumentar el apoyo social de la revolución.
Entre 1958 y 1961 Egipto formó parte, junto con Siria, de la República Árabe Unida, de la que Nasser era Presidente. Igualmente formó una alianza con Yemen en el mismo periodo que se denominó Estados Árabes Unidos.
El Congreso, ya con su nueva conformación, aprueba en 1962 una serie de cuestiones que suponían en la práctica un paso más en la profundización del modelo nasserista: se establece oficialmente la denominación de socialismo para definir al sistema egipcio y el partido único ya existente, la Unión Nacional, pasa a denominarse entonces Unión Socialista Árabe. Con las Leyes de Nacionalización, todos los sectores claves (industria, banca y comercio exterior) quedaban bajo control del Estado.
En 1967, Egipto movilizó tropas a la península del Sinaí, y ordenó a la ONU la retirada de la Fuerza de Emergencia, estacionada en la zona desde la guerra del 1956. Poco tiempo después, Egipto cerró el estrecho de Tirán a toda la navegación israelí y a todos los barcos que se dirigían a Eilat. Este bloqueo privó a Israel de su única ruta de suministro con Asia y detuvo el flujo de petróleo de su principal proveedor, Irán. La ofensiva fue parte de la Guerra de los Seis Días. Aunque la guerra cesó en menos de una semana, los israelíes se negaron a retirarse del canal hasta 1975, lo que motivó su bloqueo y Egipto perdió la península del Sinaí.
La segunda presa de Assuan, la Presa Alta, comenzó a construirse en 1960. En 1964 comenzaba a llenarse el embalse, llamado lago Nasser, terminando la presa en 1970 y alcanzando la capacidad total en 1976.
El Egipto moderno que inició Sadat
En 1970, el presidente Nasser falleció inesperadamente, víctima de un ataque al corazón. El poder fue asumido por Anwar el-Sadat quien hasta entonces era Vicepresidente, y que inició una política de conciliación hacia Israel. En 1971 se aprobó una nueva Constitución y se cambió el nombre del país a su actual denominación como República Árabe de Egipto.
A partir de 1973 se aleja de la URSS y se acerca a EE. UU. El partido Unión Socialista Árabe se convierte en socialdemócrata.
La comparación popular con Nasser debilitaba al nuevo líder que no tenía el carisma de su predecesor y se le acusaba de los males del país.
Sadat y el primer ministro israelí Menahem Begin firmaron los Acuerdos de paz de Camp David, bajo los auspicios del Presidente de Estados Unidos Jimmy Carter. Esto le valió a Sadat y Menachem Begin el Premio Nobel de la Paz. Grupos ultranacionalistas opositores a la política conciliadora de Sadat llevaron a cabo un atentado en su contra, y lo asesinaron junto a otros miembros del régimen durante un desfile militar en 1981.
Hosni Mubarak
En 1982 se recupera el Sinaí y Mubarak será reelegido en 1987. Establece de nuevo relaciones diplomáticas con los países árabes y reingresa en la OPEP. Mubarak supera en 1995 un atentado preparado por Islamistas sudaneses e incrementa aún más su política de represión del terrorismo de corte islámico que había costado la vida del Presidente Sadat tras el atentado de Luxor de 17 de noviembre de 1997.
Los atentados islamistas se repiten después en Sharm el-Sheij en 2005. Los atentados, unidos al efecto de los del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, llevó al país a una crisis en los ingresos por turismo especialmente grave.
La revolución de 2011
A finales de 2010 el pueblo egipcio se lanza a la calle en contra del sistema político existente. El resultado es el cambio de gobierno y la salida de Mubarak.
Pirámides, templos y tumbas
Enormes cantidades de piedra debían ser extraídas de las canteras y arrastradas por grupos de hombres hasta el Nilo, donde los bloques eran cargados en embarcaciones; si aproximadamente el 90% de la población estaba unido a la agricultura, ese mismo porcentaje trabajaría en los grandes proyectos arquitectónicos durante la crecida.
La construcción de los templos, con sus colosales columnas, estatuas y obeliscos de granito, caliza, diorita o, más raramente, alabastro suponía una empresa similar. Los bloques de piedra, de hasta 800 toneladas, eran tallados de forma grosera en las canteras para facilitar su transporte, recibiendo su forma final a pie de obra. Los delineantes y los pintores que decoraban tumbas y templos eran profundos conocedores de su oficio.
Pirámides de Egipto
Las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios legados por egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres grandes pirámides de Guiza, las tumbas o cenotafios de los faraones Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto. La Gran Pirámide de Guiza, construida por Keops (Jufu), es una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, además de ser la única que aún perdura.
Primeras pirámides monumentales
A principios de la Dinastía III las mastabas se transformaron en pirámides escalonadas, constituidas con varias gradas, a modo de una "escalera gigantesca" que se elevaba hacia el cielo.
La primera y más famosa de estas es la pirámide escalonada de Saqqara del faraón Dyeser (Zoser), cuyo arquitecto era Imhotep, que posiblemente quiso crear un monumento que se eleva hacia el cielo, como una gigantesca escalera, con el fin de simbolizar la ascensión del difunto del "mundo terrenal" "hacia los "Cielos".
La siguiente etapa, en la evolución de las pirámides, fue la construcción ordenada erigir por el rey Seneferu, la llamada "pirámide romboidal", o "pirámide acodada", en la región de Dahshur, que se considera una etapa intermedia entre la "pirámide escalonada" y la "pirámide clásica", o de caras lisas. En la pirámide romboidal las caras están conformadas con dos pendientes, de inclinación decreciente en dirección a la cumbre.
Pirámides clásicas
Las más célebres son las pirámides de Keops, Kefren, y Pirámide de Micerino, erigidas en la meseta de Guiza, cerca de El Cairo.
Otros faraones de la dinastía IV iniciaron la construcción de sus pirámides, como Dyedefra y Nebkara, pero quedaron sin concluir. El último faraón, Shepseskaf, erigió un monumento a modo de gran sarcófago pétreo, la mastaba de Shepseskaf en Saqqara. La pirámide de Dyedefra llegó a ser 7 metros más alta que la de Keops, pero desde la dominación romana fue desmantelada para usar sus piedras en otras construcciones.
Los faraones del Imperio Nuevo prefirieron construir grandes templos e hipogeos en la zona de Tebas.
La construcción
Las pirámides muestran, para su época, el gran conocimiento de los técnicos egipcios y la capacidad organizativa necesaria para construir tales monumentos con medios muy simples.
No se sabe con certeza cómo se construyeron las pirámides, pues no han perdurado documentos de su época que lo describan. Además, se utilizaron diversos materiales (piedra escuadrada, piedra sin tallar, adobe) y variadas técnicas en la construcción de sus núcleos (apilamiento de bloques, muros resistentes conformando espacios rellenos de cascotes, etc.).
Alta Presa de Asuán
High dame Los estudios del proyecto de la construcción de la Alta Presa comenzaron el 18 de octubre de 1952, apenas tres meses tras la Revolución de 23 de Julio.
La primera fase de su construcción comenzó el 9 de enero de 1960, las obras fueron concluidas en su totalidad el 21 de julio de 1970, y se inauguró en el 15 de enero de 1971. Tiene 3.600 m de largo y 980 m de ancho en la base, por 40 m de ancho en la cúspide.
La Primavera Árabe
Si bien partió como protestas populares, en varios países el asunto creció sistemáticamente y el alzamiento civil tomó un protagonismo global. En Túnez y en Egipto —donde tras celebrarse elecciones se instauró un gobierno de corte islamista más tarde derrocado con un golpe de estado militar en 2013— las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en otros países, el gobierno respondió y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a parte de la población a armarse y a comenzar guerras civiles en ambos países.
Las protestas han llegado a causar la convocatoria de manifestaciones democráticas en China, donde han sido rápidamente sofocadas. La Primavera costó a los países de la región casi U$S800.000 millones de dólares hasta 2014.